Álvaro Serrano

La Red Social

28/02/2011

Cuando pensamos en redes sociales, lo primero que se nos viene a la cabeza es, naturalmente, facebook. La Red Social, la reciente película protagonizada por Jesse Eisenberg, desde luego ha contribuído a aumentar su popularidad, pero no nos engañemos. La realidad es que facebook se ha convertido en un auténtico fenómeno cultural, en un proceso que es fruto de años de planificación, evolución, y sobre todo, una ejecución brillante. Sin embargo, cabe preguntarse si las redes sociales tan de moda hoy en día son realmente útiles, y si contribuyen a hacer nuestra vida diaria más sencilla e interesante, o por el contrario son más un dolor de cabeza y una fuente de preocupaciones.

En mi opinión, el papel de estas nuevas herramientas de comunicación podría compararse a un arma de doble filo. Sus ventajas son tan sólo comparables a sus inconvenientes; y su comodidad se contrarresta con el riesgo que suponen para nuestra privacidad. Para ilustrar esto me remitiré como ejemplo a las dos redes sociales más populares en la actualidad: Twitter y facebook, de las que soy usuario activo.

facebook-vs-twitter

Por un lado, es innegable que las redes sociales tienen un aspecto muy positivo: ayudan a establecer comunicación y a permanecer en contacto con la gente sin apenas esfuerzo. Hoy en día, resulta relativamente sencillo localizar y retomar el contacto con un viejo amigo, compañero de estudios, etc. Además, contribuyen enormemente a reforzar en nuestro subconsciente el concepto de sociedad global. En una red social típica están interactuando continuamente personas de todas partes del mundo. Esta interacción, además, se produce de un modo totalmente transparente, eliminando virtualmente la dimensión física, de modo que cualquiera puede participar independientemente de su posición en el globo.

Gracias a redes como facebook podemos poner a prueba la teoría de los 6 grados de separación (que defiende que dos personas cualesquiera del planeta están conectadas entre sí a través de sus relaciones personales, siempre en menos de 6 pasos) [1]. En efecto, resulta sorprendente descubrir lazos entre personas aparentemente extrañas, pero que guardan más cosas en común de lo que ambos saben.

También son generadores de conocimiento imponentes. En los tres primeros meses de 2010, por ejemplo, Twitter registró más de cuatro mil millones (4.000.000.000) de “tweets” [2]. Semejante volumen de información sirve para mover el conocimiento a través de Internet a un ritmo vertiginoso. Continuamente se publican enlaces a artículos, publicaciones, descubrimientos, etc. Twitter, en su encarnación más genuina, es un ejemplo clarísimo de la expansión de la información a través de la red global. Prueba de ello es la reciente decisión de la Library Of Congress de los Estados Unidos de archivar el historial completo de “tweets” desde que nació Twitter, defendiendo que “representan un registro fiel de un cambio histórico en la forma de comunicarnos”, y que constituirán “un recurso fantástico” para los investigadores [3, 4].

No se puede negar que además proporcionan una importante oportunidad de hacer negocio. Existen numerosos ejemplos de personas y compañías que han sabido emplear las redes sociales para obtener un considerable beneficio económico. Un caso notable lo encontramos en Matthew Inman, más conocido actualmente como The Oatmeal. Inman es un diseñador web y programador de 27 años, que ha sabido emplear sus habilidades artísticas y de diseño web junto a su amplio conocimiento del funcionamiento las redes sociales para generar campañas de marketing viral con gran éxito. En sus inicios, creó una web de contactos llamada Mingle2. Gracias a estas campañas de marketing, Inman logró atraer varios millones de visitantes nuevos cada mes, y su popularidad le permitió venderla al poco tiempo a uno de sus competidores. Posteriormente, Inman decidió explotar sus habilidades en solitario y creó The Oatmeal, una web de humor en la que el contenido principal es muy similar a las campañas que solía emplear para atraer tráfico hacia otras páginas, con la diferencia de que en The Oatmeal no se trata de reclamos publicitarios, sino que el contenido es lo que cuenta. En sus propias palabras: “Lo que yo quería era dibujar y crear contenido que tuviera valor en si mismo, y gracias a The Oatmeal eso es una realidad” [5, 6].

Las redes sociales presentan todas estas y muchas otras ventajas que las hacen únicas, y que explican el boom que ha experimentado su popularidad en los últimos años (Twitter ya tiene más de 100 millones de usuarios, y facebook más de 400 millones [7]). Sin embargo, frente a todas estas ventajas, las redes sociales presentan también una serie de inconvenientes que no deben ser pasados por alto. Entre ellos, la dependencia que pueden generar en sus usuarios (adicción en algunos casos), la sustitución progresiva de la interacción personal hacia el medio digital (los jóvenes en España utilizan cada vez más tuenti y facebook para quedar y ligar, en vez del contacto real y directo cara a cara), y el incremento del aislamiento que puede darse en individuos naturalmente introvertidos (personas con más de 200 amigos en facebook, que sin embargo no conocen en persona a ninguno de ellos), etc.

De todos ellos, probablemente el más evidente y preocupante es la pérdida de privacidad. Facebook está sufriendo continuamente para definir una política de privacidad que proteja adecuadamente a sus usuarios. A medida que una red social crece y maneja contenidos de naturaleza más diversa, las dificultades en cuanto a la gestión adecuada de esos contenidos se multiplica.

A esta dificultad inevitable hay que añadir el hecho de la mala gestión por parte de los propios usuarios. Aunque la red social no sea directamente responsable en estos casos, el daño final al usuario es el mismo. A través de facebook se han arruinado noviazgos, matrimonios, perdido empleos, etc.

Además, la falta de claridad de facebook en cuanto a su política de privacidad, con mensajes ambiguos y paneles de control excesivamente complejos no hace sino confundir a los usuarios que desean mantener su información privada bajo control [8]. Una causa de enfado reciente vino provocada por la decisión de facebook de compartir arbitrariamente los datos de inicio de sesión de los usuarios sin consultarles previamente mediante el programa “facebook Connect” [9]. La pretensión es que al navegar por ciertos sitios adheridos a facebook, éstos puedan personalizar el contenido que se muestra en función de la información de facebook del usuario. El problema es que el anonimato del usuario en la red queda completamente anulado. Cada usuario debería controlar exclusivamente en qué sitios web decide identificarse (para eso están los cuadros de inicio de sesión). Facebook, al querer asumir este control, se ha extralimitado. Gracias pero no, gracias [10].

En mi opinión, existe una diferencia fundamental en cuanto a la constitución y objetivos de varias redes sociales. Es lo que yo llamo una red social orientada a la generación de contenido, como es Twitter, donde lo importante es lo que se dice, más que quién lo dice; frente a una red social orientada a los usuarios, como es facebook, donde el objetivo es estar al corriente de la vida de una determinada persona. Obviamente esta es una visión subjetiva, únicamente basada en el uso real que se hace de estas redes, no en su planteamiento inicial. Estoy seguro de que los creadores de facebook no deseaban inventar la portera digital, pero desgraciadamente es lo que han conseguido.

Desde mi punto de vista, las redes sociales orientadas a contenidos como Twitter son una herramienta muy valiosa. Y la gran ventaja de Twitter radica precisamente en los servicios que NO ofrece a sus usuarios. En Twitter, la premisa es clara: dispones de 140 caracteres para crear/compartir lo que quieras. Además, el mecanismo de seguimiento está diseñado para eliminar el ruido: un usuario sólo recibe información de aquellos a quienes sigue. Y esta relación no tiene porqué ser recíproca, a diferencia de facebook. Así, si yo soy una persona poco curiosa, como es mi caso, Twitter me permite tener al corriente de mi vida a las personas que lo deseen (sólo tienen que seguirme), al mismo tiempo que limito el flujo de información que entra hacia mí (decidiendo seguir a un grupo reducido de personas). Twitter cumple brillantemente la función para la que fue creado, y deriva servicios adicionales (como la subida de imágenes) a páginas externas, de modo que puede mantener su actividad bajo control.

Sin embargo, en el caso de facebook, la situación es la inversa. La mayor parte del tiempo me encuentro intentando localizar algo de contenido realmente interesante, para lo que inevitablemente tengo que sortear varios minutos de información que no me interesa en absoluto. Facebook, al intentar convertirse en una red social multiusos y hacerlo todo (subir fotos cuando para eso ya está Flickr, cargar vídeos cuando ya tenemos YouTube, enviar mensajes cuando todo el mundo tiene correo electrónico, y muchos otros ejemplos…), ha conseguido el efecto contrario al que deseaba: hace de todo, pero no hace nada bien. Es la navaja suiza de las redes sociales: tienes un cuchillo, una lupa y hasta una tijera, pero nadie se cortaría un filete con ella pudiendo usar un cuchillo de verdad.

Ciertamente el reunir todos los servicios dentro de la misma página puede resultar cómodo para algunas personas, pero no es mi caso. Yo soy partidario de las aplicaciones que cumplen una sola función, pero que la cumplen excepcionalmente bien. Facebook no ha sabido implementar todas las cosas que quería, y el resultado final es una plataforma monstruosamente enorme, que está cada vez más fuera de control. El añadir prestaciones nuevas no hace sino empeorar la situación. Si no se producen cambios desde la base, no me veo utilizando facebook de modo regular a corto plazo.

Por último, me gustaría destacar dos iniciativas online que tratan de ayudarnos a mantener bajo control el uso que hacemos de las redes sociales. La primera de ellas es Social Network Purging Day [11], que nos invita a repasar nuestras listas de contactos y a eliminar aquellos que realmente no aportan nada a nuestra experiencia social en la red, tratando de disminuir el “ruido”. Es un evento anual simultáneo planteado como una excusa colectiva para limpiar nuestras redes sociales. El primer Purging Day fue el domingo 20 de marzo de 2010, y yo participé encantado.

La otra es un blog, que defiende el minimalismo en las redes sociales. Similar al Purging Day, trata de aumentar la relación señal a ruido que vivimos en la red mediante la eliminación de las interacciones que no nos aportan nada. Se trata de Practical Opacity [12], a cargo de Patrick Rhone, un escritor amante del minimalismo y del mundo online. Su lema es “get lost without ever leaving”, y resume a la perfección el propósito del blog.

En conclusión, creo que las redes sociales son un instrumento tremendamente interesante, sin ninguna duda una revolución social comparable al nacimiento de la propia Internet. Creo firmemente que son herramientas capaces de aportar mucho valor a nuestras vidas si se usan adecuadamente. Para una persona como yo, interesada en la era digital, son tiempos apasionantes, y las posibilidades son prácticamente ilimitadas. Sólo espero que no olvidemos que las redes sociales están para nuestro servicio, y no al revés.

¿Os imagináis si todo el mundo decidiera recordar que es mejor pasar un rato agradable en buena compañía sin la necesidad de mirar el móvil cada diez minutos para comprobar el muro o ver si hay nuevos tweets?

Eso sí que sería una revolución.


Enlaces relacionados:

  1. Schwab, B.M., Six degrees of separation: weaving connections on the World Wide Web. Pa Dent J (Harrisb), 2009. 76(5): p. 53-4.
  2. Wikipedia. Twitter. Wikipedia 2010. cited 2010 17-06-2010; Available from: http://en.wikipedia.org/wiki/Twitter.
  3. Ars Technica, C. Library of Congress: We’re archiving every tweet ever made. Law & Disorder 2010. cited 2010; Available from: http://arstechnica.com/tech-policy/news/2010/04/library-of-congress-were-archiving-every-tweet-ever-made.ars.
  4. Ars Technica, C. Why the Library of Congress cares about archiving our tweets. Law & Disorder 2010. cited 2010; Available from: http://arstechnica.com/tech-policy/news/2010/04/why-is-the-us-govt-archiving-your-tweets-we-ask-them.ars.
  5. Inman, M. Matthew Inman’s Portfolio. Matthew Inman 2010. cited 2010 17-06-2010; Available from: http://0at.org/.
  6. Inman, M. The Oatmeal. The Oatmeal 2010. cited 2010 07-06-2010; Available from: http://theoatmeal.com/.
  7. Wikipedia. Facebook. 2010. cited 2010; Available from: http://en.wikipedia.org/wiki/Facebook.
  8. Ars Technica, C. FTC complaint says Facebook’s privacy changes are deceptive. Law & Disorder 2010. cited 2010; Available from: http://arstechnica.com/tech-policy/news/2009/12/ftc-complaint-says-facebooks-privacy-changes-are-deceptive.ars.
  9. Ars Technica, C. Report: Facebook caught sharing secret data with advertisers. Law & Disorder 2010. cited 2010; Available from: http://arstechnica.com/tech-policy/news/2010/05/latest-facebook-blunder-secret-data-sharing-with-advertisers.ars.
  10. Ars Technica, C. Understanding the latest Facebook privacy train wreck. Law & Disorder 2010. cited 2010; Available from: http://arstechnica.com/web/news/2010/05/understanding-the-latest-facebook-privacy-train-wreck.ars.
  11. Skoda, C. Social Network Purging Day. 2010; Available from: http://purgingday.com/.
  12. Rhone, P. Practical Opacity. 2010; Available from: http://practicalopacity.com/.